Presupuesto 2020 65 centavos de cada Q100 vayan al cambio climático
Al realizar el análisis del proyecto de Presupuesto Nacional 2020 que contiene los presupuestos sugeridos de las diferentes instituciones públicas, que debieran destinar recursos para el cambio climático, establecimos los siguientes hallazgos:
Se proponen Q561.05 millones, distribuidos en: Ministerio de Ambiente (Q119.2 millones), MAGA (Q198.3 millones), MSPAS (Q224.8 millones), INSIVUMEH (Q18.75 millones), el resto de instituciones que deberían destinar recursos a dicha temática, no lo hicieron.
A la vez se visualiza que lo destinado para el cambio climático dentro de proyecto de presupuesto representa el 0.61% del mismo, porcentaje realmente “intrascendente”, comparado con el PIB constituye el 0.08%. Indudablemente, con dichos recursos no es posible cumplir con el objetivo de la ley marco que indica “Establecer las regulaciones necesarias para prevenir, planificar y responder de manera urgente, adecuada, coordinada y sostenida a los impactos del cambio climático en el país”, de igual manera, el poder implementar las acciones “claves” del Plan de Acción Nacional de CC –PANCC- aprobado en octubre 2016, esto a pesar del impacto cada vez mayor del CC en el país.
A la vez, es fundamental mencionar, que no se contemplan recursos para constituir el Fondo Nacional de Cambio Climático, cuyo objetivo es financiar planes, programas y proyectos de gestión de riesgo, reducción de la vulnerabilidad, entre otros; después de cinco años de vigencia de la Ley no se ha implementado. Además, con los recursos establecidos en el proyecto de presupuesto, nuevamente no se comenzará con la implementación del PANCC, en sus aspectos medulares. Consideramos, importante que se apruebe un presupuesto nacional 2020, que contemple recursos necesarios para implementar esas acciones “fundamentales” de dicho Plan, sobretodo sobre Salud Humana, Zonas Marino-costeras, Agricultura, Seguridad Alimentaria, Recursos Forestales, Gestión de los Recursos Hídricos.
Por último, es indudable que las desigualdades, la pobreza, la discriminación de género, etnia, la falta de voluntad política de priorizar la temática, y la falta de una institucionalidad sólida, provocadas por un modelo de acumulación que despoja y expolia a nivel global y nacional, aumentan aún más la vulnerabilidad de todo tipo ante los peligros climáticos.
Se proponen Q561.05 millones, distribuidos en: Ministerio de Ambiente (Q119.2 millones), MAGA (Q198.3 millones), MSPAS (Q224.8 millones), INSIVUMEH (Q18.75 millones), el resto de instituciones que deberían destinar recursos a dicha temática, no lo hicieron.
A la vez se visualiza que lo destinado para el cambio climático dentro de proyecto de presupuesto representa el 0.61% del mismo, porcentaje realmente “intrascendente”, comparado con el PIB constituye el 0.08%. Indudablemente, con dichos recursos no es posible cumplir con el objetivo de la ley marco que indica “Establecer las regulaciones necesarias para prevenir, planificar y responder de manera urgente, adecuada, coordinada y sostenida a los impactos del cambio climático en el país”, de igual manera, el poder implementar las acciones “claves” del Plan de Acción Nacional de CC –PANCC- aprobado en octubre 2016, esto a pesar del impacto cada vez mayor del CC en el país.
A la vez, es fundamental mencionar, que no se contemplan recursos para constituir el Fondo Nacional de Cambio Climático, cuyo objetivo es financiar planes, programas y proyectos de gestión de riesgo, reducción de la vulnerabilidad, entre otros; después de cinco años de vigencia de la Ley no se ha implementado. Además, con los recursos establecidos en el proyecto de presupuesto, nuevamente no se comenzará con la implementación del PANCC, en sus aspectos medulares. Consideramos, importante que se apruebe un presupuesto nacional 2020, que contemple recursos necesarios para implementar esas acciones “fundamentales” de dicho Plan, sobretodo sobre Salud Humana, Zonas Marino-costeras, Agricultura, Seguridad Alimentaria, Recursos Forestales, Gestión de los Recursos Hídricos.
Por último, es indudable que las desigualdades, la pobreza, la discriminación de género, etnia, la falta de voluntad política de priorizar la temática, y la falta de una institucionalidad sólida, provocadas por un modelo de acumulación que despoja y expolia a nivel global y nacional, aumentan aún más la vulnerabilidad de todo tipo ante los peligros climáticos.
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