Guatemala, las líneas de tu mano

El maestro, poeta y escritor Luis Cardoza y Aragón, extinto de los años 90, tituló uno de sus libros como encabezo esta columna.
Fiel revolución de sus ideas y las colectivas, porque hizo un llamado a las puertas de llamar a nuestro país a una revolución social ante la insatisfacción de un pueblo dolido, con hambre y mal gobernado.
Hoy vivimos la revolución de los pensamientos y posesionamientos políticos, los cuales abundan con agendas y decisiones sin objetivos claros de resolver problemas históricos.
El choque de trenes o la pelea de elefantes siempre tienen sus consecuencias y causan grandes tragedias, por lo que vivimos una confrontación social de sectores económicos y políticos.
Somos la consecuencia de las decisiones mal dirigidas y los discursos diatribas que acentuarán aún más lo difícil que es vivir en Guatemala.
Por naturaleza nos divide la palabra de un hombre contra otro, por confrontación somos rojos y cremas, por ausencia de visión ricos y pobres, por no tener buen fútbol Madrid y Barcelona o vaya a ver usted católicos y evangélicos.
Cuando cito al maestro Cardoza y Aragón es porque poco o nada ha cambiado 90 años después de esta obra, donde nos identificamos porque somos guatemaltecos y siempre esperamos un blanco porvenir.
Confrontarnos es el gran negocio de unos y de otros.
Vivir bajo el yugo de la desigualdad nos hace parecernos al resto de Latinoamerica, sin oportunidades y sueños rotos para eliminar el hambre, la pobreza, falta de educación, sistema de salud colapsado.
Vaya pues mi invitación a leer esta obra que nos muestra la realidad en Guatemala, para sólo ver que los actores han cambiado, el país no se mueve, la sociedad va en retroceso y las decisiones políticas que nos dejan pocas oportunidades. Mi linda Guatemala, las líneas de tus manos.