La extorsión se duplica aceleradamente

En menos de una década, las extorsiones se han incrementado en el país, en más de un cien por ciento, según estadísticas oficiales de la Policía Nacional Civil. En la actualidad se registra un promedio mensual de 900 denuncias por este delito. Dicho fenómeno representa y evidencia el fracaso de los planes de seguridad de los últimos dos gobiernos.
La extorsión es un delito asociado directamente con las maras, por constituir su principal fuente de financiamiento. De esta cuenta, estos grupos delincuenciales han logrado fortalecerse al extremo que han logrado tomar las cárceles como centros de operación, adquirir armas de grueso calibre e incrustarse en las fuerzas seguridad, para citar algunos ejemplos de su accionar.
Lamentablemente es necesario reconocer que, la extrema pobreza impacta al 23.36% de los guatemaltecos, quienes viven con menos de cinco mil quetzales por persona al año. Además, podemos agregar los problemas derivados de la desintegración familiar, el maltrato infantil, el alcoholismo, la drogadicción y la prostitución, entre otros. Sin embargo, es el entorno que rodea a miles de niños guatemaltecos. Por ello no es de extrañar que este grupo de población sea fácil de reclutar por las denominadas maras y adoctrinarlos para delinquir.
Frente a este flagelo, es imperativo que el presidente electo, Alejandro Giammattei, entre una de sus primeras acciones, al asumir la presidencia de Guatemala, debe girar instrucciones, legales y coercitivas, para recuperar el control y establecer el orden que establece la ley en el Sistema Penitenciario. No se puede seguir permitiendo que de las prisiones sigan emanando las ordenes para extorsionar y matar al guatemalteco trabajador.
La ausencia del Estado en barrios, colonias y asentamientos, ha permitido a las maras su fácil desplazamiento y control total en estos territorios. Estos lugares deben ser recuperados por la autoridad competente e implementar programas de prevención del delito, para tranquilidad y seguridad de la población.
La inversión en educación debe ser prioridad para el próximo gobierno. Como bien dijo en su oportunidad el Nobel Nelson Mandela: ¨La educación es el arma más poderosa que puedes tener para cambiar el mundo¨. La educación en sí es un valor económico que se traduce en mayor productividad. Además genera una satisfacción y realización personal. Por consiguiente, debe ir acompañada con la creación de fuentes de trabajo y apoyo al emprendimiento.
Padres de familia, no todo es responsabilidad del gobierno; tanto ustedes como yo, somos responsables de nuestros hijos.


Comentarios

El Metropolitano

Líder pandillero salvadoreños capturado por PNC en Jutiapa

Bus de transporte Esmeralda choca con garita de Peaje en Autopista Palín-Escuintla

Amílcar Rivera: Tramo colapsado le compete a Covial