Presidente Jimmy Morales agradece oraciones de apoyo a su gobierno

El presidente Jimmy Morales participó hoy en una mañana de oración y un tedeum (acción de gracias) en la iglesia Candelero de Oro, en San Marcos, con una expresión de gratitud por las oraciones de apoyo a su administración a siete días de concluir y a Dios por permitirle servir a todos los guatemaltecos y por proteger a su familia.

“De verdad, Dios nos ha protegido a mí y mi familia, aun cuando injustamente mi hermano y mi hijo sufrieron cárcel, injustamente, políticamente, por algo que en ninguna parte del mundo ni en la legislación guatemalteca, merece, amerita cárcel”, dijo el mandatario ante decenas de líderes religiosos que asistieron para aplaudir su gestión.

Prosiguió: “¿Qué querían?, seguramente doblegarme, seguramente tener la posibilidad de decirme qué decisiones tomar, pero no”.

Tras una breve pausa, continuó dirigiendo su reflexión a su familia: “Es allí donde tengo que agradecerle a mi familia, mi esposa, una mujer fuerte, linda, paciente, comprensiva, que ha estado no solo al lado mío, sino cuando he necesitado alguien que me jale, ha ido adelante, cuando he necesitado que alguien me empuje, ha ido atrás, cuando he necesitado alguien que me sostenga, ha estado”.

Entonces volvió a su mente la situación vivida por su hijo mayor y sobre quien dijo haber compartido en su mensaje que “padeció cárcel y sigue con un proceso”. Al respecto hizo ver: “El proceso de mi hermano y mi hijo es el proceso judicial con el mayor número de audiencias en la historia del derecho guatemalteco, pero la historia se encargará de resolver los temas y poco a poco Dios nos ha dado victoria en victoria”.

Recordó, con voz entrecortada, cómo su hijo le pidió una noche no llorar y permanecer tranquilo por estar él “bien” y “fuerte”. Entonces reconoció haberle respondido que era por culpa suya, en el ejercicio de la Presidencia. “No es tu culpa, Dios sabe qué manda y estamos bien, papá”, dijo fue la contestación. “Les agradezco a mi hijo y a mi hermano mayor, a mi madre, que siempre ora”, agregó.

Luego multiplicó su agradecimiento a todos los presentes en el encuentro: “A todos, muchísimas gracias por ese apoyo. A ustedes, pueblo de Dios, muchas gracias por sus oraciones, desde regalarme biblias”. Y recordó que “el apóstol Alex” le regaló una de ellas “que subrayó otro apóstol, Fernando Solares”, en un salmo que quería compartir al final.

“El pueblo de Dios ha estado llevando palabra escrita, como es la Biblia, momentos de oración… muchos oraron hasta tres veces diarias por la Presidencia”, dijo.

Cambió de tono y advirtió que este era un año bisiesto y preguntó si sabían en qué mes caía la Semana Santa, ¿marzo o abril?. Contó que en el primer año a su administración se le puso el apodo de “Semana Santa”, porque “cae en marzo o en abril”.

Por ello, recordó cómo Dios acompañó los esfuerzos realizados por su administración: “Así el primer año pasaron muchas cosas, y Dios nos sostuvo, el segundo año fue más duro…. pero Dios es bueno”, proclamó.

Recordó el principio de aerodinámica, según el cual ningún avión o barrilete no se puede levantar sin viento en contra. “Esa es la adversidad y Dios nos ha ido levantando en la adversidad”, proclamó.

Por ello insistió en que “a siete días y horas de entregar la Presidencia, es un motivo de agradecimiento a Dios”.

De ahí que consideró una “bendición” el origen humilde del que procedía y recordó que su casa apenas contaba con una letrina en la que no había puerta sino una cortina, en un sector donde no había asfalto ni drenajes. “Dios nos permite”, explicó en relación con sus experiencias en la Presidencia como el haber “hablado con reyes, emperadores, presidente y grandes líderes, pero no hemos olvidado nuestras raíces…”.

“Por eso -insistió- hemos servido, hemos hecho lo que humanamente hemos podido y Dios nos ha permitido”.

Refirió algunos aspectos relevantes del cambio que se concretó tras los cuatro años de su mandato: “Cuando entramos no había dinero ni para medicinas ni para sueldos atrasados; con una caja negativa de 1.200 quetzales, y estamos terminando con 1.835 millones de quetzales de caja positiva”, subrayó.

Además: “Hoy no se deben medicinas, es más, tenemos anticipos” por el pago de medicinas y vacunas, que aseguran el suministro.

“No se deben sueldos, es más, se les incrementó el sueldo a los trabajadores salubristas y se les trasladó al renglón 011, de nómina permanente, lo que significa que no pasarán penas para la firma de un nuevo contrato” de continuidad laboral.

“Hoy 21.000 maestros están siendo trasladados de los renglones 021 y 022 al 011”, lo que fortalece el sistema de educación pública, comentó.

“Gracias a Dios hay muchas cosas lindas que podemos compartir”, añadió.